Epílogo.

Los muertos nunca perdonan. Si has hecho daño, di lo siento cuando te percates de tu error. No permitas que tu ego sea más fuerte. La muerte no avisa, y cuando llegue será muy tarde. No podrás pedir perdón, si mueres jamás te escucharán, si muere... jamás te perdonará. No existe un lugar más allá, entiéndelo, lo mejor es decir las cosas en vida, la muerte es silencio en la nada. Cuando muera y se haya perdido todo, entonces entenderás. Esas palabras que podían ser cura, ahora serán tormento que te harán revolcarte de dolor en tu pensamiento. La muerte es una cubeta de agua fría que te ayuda a despertar... carajo.

Haraquiri.

Ya ha pasado muchísimo desde que Robuki's World inició y desde entonces... nunca existió consistencia. Pero la verdad es que me gustó ver el contador de visitas subiendo, entender que otras personas me habían leído era algo que me da gusto saber. Más allá de que estuvieran de acuerdo conmigo o no, me fascina la gracia que tiene internet para conectarnos con otros, sin embargo... el día de hoy he decidido acabar con esto.

Lo siento -si a alguien más le importa- pero creo que es hora de retirarme como Rokubi, aquel que tenía un blog. Creía que las cosas que sucedían en mi vida pasarían, pero no veo para cuándo, y este blog solo estaba conectado en espera de que todo se compusiera... pero no. Ya no puedo ver a la escritura como algo que sucede cada que los planetas se alinean con el centro de la galaxia, ya no surge nada que me anime a escribir, por el contrario, todo indica que deje de jugar a esto y me dedique a otra cosa....

Bueno, desde hoy deja de funcionar este blog y quitaré los vínculos que me relacionan con más de Rokubi... Ahora solo será Rokubi, el que tiene un par de redes sociales, pero nada más... Rayos, no creí que costara tanto deshacerme de esto, pero hasta aquí llegó. Recuerden, no somos iguales los unos a los otros, somos únicos y eso debe unirnos.

Una nota interesante sobre mi entrada “Finisterre”.

Publiqué acerca de una embarcación que podría tener un final trágico al enfrentar el fin del mundo, pero más allá de mi perspicacia quiero dejar en claro que la canción que publiqué tiene una relación interesante con lo que escribo. La verdad es que todo está siendo fugaz, no fue de premeditado, ni planeado, pero hay una parte que deja en claro algo “como el mar es esta vida y como un barco el corazón” no sabía cómo proyectar dicha idea, pero la tenía en mi mente y he ahí "Finisterre" intentando dejar en claro cómo veo las cosas, pero escuchando la canción me sorprendió esta gran coincidencia, donde se complementa mi historia con la canción y viceversa. 

Es de esas veces donde te sientes bien porque aquellos que admiran piensan como tú, pero desgraciadamente el crédito ya me lo ganaron, sin embargo soy efímeramente feliz por pensar así, significa que voy por el rumbo que quiero.

Finisterre.

-¡Era cierto capitán! –El capitán asentó con la cabeza- ¿No piensa hacer nada?

-No.

-Pero todas las vidas, hay personas que han envejecido en este viaje con la esperanza de la eternidad, no 

puede dejarnos morir.

-Yo no los obligué a subir, ustedes aceptaron. Sabían los riesgos y aún así emprendimos el viaje.

-Mi capitán, creíamos en la Tierra redonda de la que tanto nos habló.

-Lo mismo creía, por eso les contaba acerca de ella. Todos tenemos aciertos y errores, lo importante no es la acción, sino el efecto que produce. Por ahora todos merecen una disculpa, creí ciegamente en que nuestro viaje duraría para siempre –se notaba la tristeza en los ojos de aquel hombre.

-Pero aún hay solución mi capitán, podríamos hacer maniobras que…

-¡Claro que se puede hacer!-interrumpió el capitán- ¿¡crees que no lo sé!? Nos hemos enfrentado a todo, desde tormentas hasta criaturas marinas, el fin del mundo no significa nada para mi embarcación.

-¿Entonces por qué no quiere moverse?

-Quiero creer en Dios…-el capitán era una persona muy necia con las creencias religiosas, jamás apostaba por nada que tuviera la frase “primero Dios”.

-Pero capitán…

-Lo sé, sorprende bastante, pero déjeme le explico; ya he hecho demasiado con esta embarcación y todos tuvieron más fe en él que en mí. Tal vez sea cierto que exista, simplemente abusaba de mi cuerpo y carácter para realizar sus acciones. Ahora soy yo quien aprovecha del mar, esperando una corriente a la cual no le voy a agradecer, sino a Dios mismo por socorrernos. Esa ola podría ser Dios, el mar puede ser Dios, lo cierto es que ya me cansé de ser Dios.

La embarcación se perdió en el horizonte, tal vez pasen años, meses, días u horas. El capitán solo espera lo que Dios, disfrazado de azar, resuelva para todos lo que él ya no quiere pelear.

Placer en la grafía.

-Como quisiera verte.
- ¿Nada más verme?
-Con verte sería suficiente ganancia, de ahí se desatarían mis sentidos; la vista se hallaría complacida, seguido por el olfato, que se activaría con el simple movimiento que tu cara ejerza, en este caso... sería una sonrisa, de eso estoy seguro, entonces desprenderás ese aroma que me vuelve loco, único de tu piel, sabor a fresa; me acercaría a ti para satisfacer mi sentido del tacto, rosando tu cuerpo con la yema de mis dedos. Sujetando con seguridad, pero con la suficiente suavidad a tu barbilla te acercaría a mi boca, probaría de tus besos y el gusto estallaría en un orgasmo, con el juego de nuestras lenguas que duraría mucho, se escucharía en tu corazón ese sonido que me da escalofríos al momento que tus cuerdas vocales vibran, ese ritmo tan celestial que sale de tu boca y me dice: TE AMO. En ese momento, mujer... me habrás hecho explotar todos mis sentimientos.
-Mi cielo, juro que no quiero imaginar ese momento, quiero que se haga realidad. Ven a mí bebé. Quiero verte vibrar quiero que tus sentidos inunden mi cuerpo de placer al mismo tiempo que los míos te harán ir a otra dimensión.
-Ese es mi primer deseo; verte ya, sin embargo sé en dónde va a terminar esto, por eso solo te imagino parada frente tu ventana, dándome la espalda mientras voy entrando a tu cuarto, poco a poco me ves mientras giras la cabeza sobre tu hombro. Tú desnuda, con un poco de luz que cubra tu cuerpo...
[...]
-Me tengo que ir, te amo.
-Y yo a ti. Te amo, nunca lo olvides.