25 dic 2010
Nube
14 dic 2010
Mi vecina la muerte.
El día de hoy me ha tocado de vecina la muerte y se ha llevado consigo a una inquilina de la casa de la casa que ha corrompido. Como consecuencia las hipocresías, ritos y otras cosas pertenecientes al decir adiós, se han hecho presentes. Lo cual me hace reflexionar seriamente lo que será de mí, mi final o sea un cadáver.
Suena duro y pega más duro aún. El hecho de aceptar que es el destino de quién lee, parece una cubetada de agua fría que no puedes evitar y con estas temperaturas es horrible. Pero yo lo asimilo y lo acepto (a menos de que exista una forma de alcanzar la eternidad que alguien me diga).
Bueno, la razón por la que comento esto es la siguiente. Quiero que aquel que lea entienda mis voluntades, aquello que deseo que sea a mi manera y no una forma más de decirme adiós. Así que sin dar más preámbulo.
1. No quiero personas tristes. Me refiero a que las personas presentes no lloren. Esto es difícil porque obviamente una persona, al menos una, tendrá las ansias de romper con mi primera petición. ¿Pero cómo evitarlo? Muy sencillo recuérdenme como aquella persona que les sacó una sonrisa alguna vez, aquel que los apoyo y confió en ustedes, es entonces cuando se sentirán felices y por ende sabrán que yo estaré feliz. Porque ahora se los digo, mi felicidad está en el bienestar de los míos, de aquellas personas que apoyo y apapacho. Esto me lleva al segundo punto.
2. Nada de hipocresías. No quiero personas que estén comprometidas o que sientan obligación por estar a mi lado, sólo quiero a aquellos a los que incluyan el punto número uno. Ok, eso fue fácil.
3. Música. A mí me gusta la música, bastante y mis últimos momentos sobre la tierra (o en caso de ser incinerado, fuera de un jarrón) quiero que sean con música, pero buena. Coldplay, Linkin Park, Sex bob-omb, Gorillaz, etc. Aquellos apegados a mí, espero, sepan qué música deseo.
4. Me recuerden como la persona que fui. No quiero que digan que siempre fui bueno y bondadoso, ustedes me conocen y saben qué culero soy, qué cabrón y qué insensible puedo ser. Entonces hablen la verdad de mí, obviamente las cualidades que me saben divúlguenlas tanto como mis defectos.
5. Vivir. Después de irme y decir adiós, vivan y sean felices. Este punto no es tanto después de la muerte de alguien, es inmediato de leer esto. Es apreciar lo que tienes a cada respiro, con cada mirada, con cada caricia, ¡con entusiasmo chingá! Porque entiendan, la vida es una y nadie nos ha certificado vida después de muertos, entonces VIVAN. Cuando nos hayamos dado cuenta el tiempo habrá corrido bastante del ahora.
Bueno, hace un tiempo dije que no había que preocuparse por el pasado y tampoco por el futuro y no lo he hecho, acepto que la vida tiene un final inevitable y después de ella no tendré ninguna fuerza para cambiar su presente, pero ahora querido lector, quiero que entiendas que esta es mi voluntad y si compartes la idea conmigo hazla saber a los tuyos con respeto y paciencia. Es un tema fuerte como ya lo he dicho, más para tus seres que te quieren, pero sino intentamos ahora, jamás lo podremos hacer. Y que mejor para mí, que saber que no fui en un mar de lágrimas sino en un montón de sonrisas.
Recuerda, vive y deja vivir. Piensa en tu presente... yo tengo hambre, yo consigo un taco.
Mi vecina la muerte.
El día de hoy me ha tocado de vecina la muerte y se ha llevado consigo a una inquilina de la casa de la casa que ha corrompido. Como consecuencia las hipocresías, ritos y otras cosas pertenecientes al decir adiós, se han hecho presentes. Lo cual me hace reflexionar seriamente lo que será de mí, mi final o sea un cadáver.
Suena duro y pega más duro aún. El hecho de aceptar que es el destino de quién lee, parece una cubetada de agua fría que no puedes evitar y con estas temperaturas es horrible. Pero yo lo asimilo y lo acepto (a menos de que exista una forma de alcanzar la eternidad que alguien me diga).
Bueno, la razón por la que comento esto es la siguiente. Quiero que aquel que lea entienda mis voluntades, aquello que deseo que sea a mi manera y no una forma más de decirme adiós. Así que sin dar más preámbulo.
1. No quiero personas tristes. Me refiero a que las personas presentes no lloren. Esto es difícil porque obviamente una persona, al menos una, tendrá las ansias de romper con mi primera petición. ¿Pero cómo evitarlo? Muy sencillo recuérdenme como aquella persona que les sacó una sonrisa alguna vez, aquel que los apoyo y confió en ustedes, es entonces cuando se sentirán felices y por ende sabrán que yo estaré feliz. Porque ahora se los digo, mi felicidad está en el bienestar de los míos, de aquellas personas que apoyo y apapacho. Esto me lleva al segundo punto.
2. Nada de hipocresías. No quiero personas que estén comprometidas o que sientan obligación por estar a mi lado, sólo quiero a aquellos a los que incluyan el punto número uno. Ok, eso fue fácil.
3. Música. A mí me gusta la música, bastante y mis últimos momentos sobre la tierra (o en caso de ser incinerado, fuera de un jarrón) quiero que sean con música, pero buena. Coldplay, Linkin Park, Sex bob-omb, Gorillaz, etc. Aquellos apegados a mí, espero, sepan qué música deseo.
4. Me recuerden como la persona que fui. No quiero que digan que siempre fui bueno y bondadoso, ustedes me conocen y saben qué culero soy, qué cabrón y qué insensible puedo ser. Entonces hablen la verdad de mí, obviamente las cualidades que me saben divúlguenlas tanto como mis defectos.
5. Vivir. Después de irme y decir adiós, vivan y sean felices. Este punto no es tanto después de la muerte de alguien, es inmediato de leer esto. Es apreciar lo que tienes a cada respiro, con cada mirada, con cada caricia, ¡con entusiasmo chingá! Porque entiendan, la vida es una y nadie nos ha certificado vida después de muertos, entonces VIVAN. Cuando nos hayamos dado cuenta el tiempo habrá corrido bastante del ahora.
Bueno, hace un tiempo dije que no había que preocuparse por el pasado y tampoco por el futuro y no lo he hecho, acepto que la vida tiene un final inevitable y después de ella no tendré ninguna fuerza para cambiar su presente, pero ahora querido lector, quiero que entiendas que esta es mi voluntad y si compartes la idea conmigo hazla saber a los tuyos con respeto y paciencia. Es un tema fuerte como ya lo he dicho, más para tus seres que te quieren, pero sino intentamos ahora, jamás lo podremos hacer. Y que mejor para mí, que saber que no fui en un mar de lágrimas sino en un montón de sonrisas.
Recuerda, vive y deja vivir. Piensa en tu presente... yo tengo hambre, yo consigo un taco.