17 abr 2011

¡De veras! (¡Dattebayo!)




Hace no mucho tiempo me dijeron que había madurado al no ver tanto a Naruto en los últimos meses, es más diría que en último año. A lo cual respondí con obviedad: El ver o no ver Naruto no es, para mí, cuestión de madurez.

¿Por qué publico esto? Por mero tiempo libre que me brindan las sagradas vacaciones.
Gracias por tomar en consideración que debemos recordar la crucificción por medio del descanso nacional. Bueno, creo que eso desvía mis intenciones, así que dejaré ese tema para después.

La cosa es que debería dejar bien en claro lo que significa Naruto para mí, y sí, significa algo.
Desde hace un tiempo alguien me preguntó ¿cómo una caricatura podía significar algo para mí? y más sorprendente aún que pudiera significar tanto. La respuesta pocos podrían saberla, pero a grandes rasgos Naruto había superado lo que sería una animación, era ya entonces una filosofía de vida para mí.

En algún punto de mi vida no encontraba solución a lo que consideraba grandes problemas, problemas que generaban estrés y confusión para alguien como, mi entonces, yo.

En alguna ocasión, lo recuerdo bien, fue un domingo por la mañana y yo tendía mi cama, para esto Cartoon Network transmitía Naruto como si fuera chicle, entonces incluso a mí me molestaba tanta publicidad. Estaba resignado a que no me gustaría, que era como cualquier otra serie de anime (en ese momento a mí me parecía igual anime a caricatura). Esa misma mañana decidí que ver Naruto no me haría daño, total, tanta publicidad sobre la serie me llamó la atención.

"Tanta publicidad, a ver qué tal está" me decía mientras dejaba de pasar el canal. Sin duda alguna me atrapó como mosca en telaraña, se fue a comerciales y le cambié para escuchar música, pero no pasó mucho para que buscara desesperadamente el canal, que gracias a mi memoria olvidé. Había encontrado el canal cuando recién regresaban de comerciales, y la historia seguía. La pelea contra Haku, Sasuke en el suelo y Naruto que perdía el control del Kiuby.

Eso era solo el principio de mi salvación. Creció mi gusto y con ello lo pasé a otras personas, pero me había conformado con ver lo que Cartoon Network pasaba, no busqué más, pero gracias a las otras personas seguí la serie, ahora en su idioma, con intros y salidas originales. Era ahora otro mundo.

Todo estaba bien con la serie, y estaba dispuesto a dejarla pasar como si nada. La vida continuaba y con ello mis problemas, los cuales parecían ser del tamaño del mundo para los hombros del entonces niño. Me encontraba en el borde de la desesperación, harto y cansado, no soportaba más, pero como mera idea certera, como el consejo acertado del amigo, como los grandes detalles que tiene la vida para decirte que aún falta, estaba terminando de ver un capítulo más de Naruto en mi DVD prestado cuando apareció esto...


Fue una bomba a mi persona, ahora todo lo que había visto de Naruto cuadraba ante mis necesidades, dejaba de ser un montón de dibujos animados. Para entonces la soledad me había hecho ver con grandeza a la historia creada Masashi Kishimoto y con ello mi salvación.

Es por ello que prefiero tener un póster de Naruto arriba de mi cama a tener a alguien crucificado. En él sí encontré una salvación, no a través del discurso planeado, no a través de las amenazas de no creer en él, había encontrado más de lo que una ideología re-pensada por años había podido darme.

Por ello, te invito a que dejes de creer en que cuestiones como Naruto te hacen ver infantil, el ánime es una rama muy amplia y debe ser vista como tal.

Te dejo el video completo con la letra que más me convence es la traducción correcta. Pásala chévere y que la fe esté contigo.


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