-No mereces estar cerca de mí- gritó mientras enterraba los brazos en el suelo, para después levantar la superficie donde su amigo se encontraban. Los ojos le cambiaron, unas ojeras moradas hicieron aparición, y su cabello sudoroso cubría su cara.
-¡Tranquilo!- gritaba Hugo mientras buscaba cubrirse del concreto que era arrojado a causa de la furia de Marco.
-¡No me digas tranquilo!- le respondía mientras extendía su brazo hasta el poste en el que su amigo se escondía. - Crees que eres capaz de ser como eres, pero te diré algo, junto a mí debes ser otro- esto último lo decía mientras jalaba con toda su fuerza el poste. Las chispas comenzaron a salir y Hugo no hizo más que caerse. -¡Párate!- Se acercaba a él con su figura que imponía el miedo.
-Mira, he cometido un error, lo sé- Le decía con una voz que imploraba paciencia- pero creo que has llevado un poco lejos esto.
-Nunca se llega demasiado lejos cuando tocas un tema como ese- lanzó un ataque más que pasó muy cerca de la oreja de Hugo. Por debajo de éste, removía el concreto, solo para sujetar a su asustado amigo e levantarlo un poco. Estirando su cuello, hasta donde su amigo estaba le susurró - Entonces... decías acerca de pi....
-Vamos, deja ese tema...
-¡No! ¿¡qué decías de pi!?
-Puedo dejar algo bien en claro... pi no es igual a 3.1416
-Eso es algo...- Levantó su brazo al mismo tiempo que a su amigo- Pero mira nada más cómo has quedado- Le sacudió las ropas que tenían tierra. Lo miró fijamente y le hizo una señal que representaba continuar con su caminata.
-Entonces, ¿compramos pizza?
-Por mí está bien...
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